El museo
El museo está ubicado en una iglesia de comienzos del siglo XV atribuida al maestro Mahoma Ramí, arquitecto de Benedicto XIII (el Papa Luna), que ha experimentado ampliaciones y remodelaciones en épocas posteriores. En su advocación original estaba dedicada a Santa María, y posteriormente a la Asunción de la Virgen. Su ubicación en el Cerro de la Corona y su torre, han supuesto que popularmente sea conocida como iglesia de ”El Piquete”.
Durante la Guerra Civil española (1936-1939) sirvió de punto de observación, defensa, refugio de la población civil y de combate. Como consecuencia sufrió casi una total devastación, todavía se distinguen los impacto de bala y diferentes proyectiles en su interior.
Tras la desacralización de la iglesia tuvo varios usos. Principalmente fue utilizada como almacén de grano en los años sesenta y setenta.
En 1982 fue incoado expediente de declaración como monumento histórico artístico. A partir de 1983 se empezaron a llevar a cabo varias fases de actuación sobre la iglesia, iniciadas con la restauración estructural del edificio, la torre y su chapitel y las cubiertas. Desde ese momento, se han sucedido 13 fases de restauración que han contado con la colaboración de la Diputación Provincial de Zaragoza.
En 1996 el Ayuntamiento de Quinto de nuevo con el apoyo de la Diputación comenzó la renovación de las fachadas, según proyecto de los arquitectos Carlos García Toledo y Javier Peña Gonzalvo, concluyendo en 2003. Este largo proceso restaurador ha devuelto al exterior de la iglesia su estado original, no así del interior, pues no existe documentación anterior a la guerra civil y se ha optado en su consolidación y respetar en el que la ha dejado el paso del tiempo, incluidas inscripciones en las paredes de la época en que los niños de Quinto jugaban en su interior.
A partir de ese año, los trabajos se centran en el interior, actuando en el desescombro y limpieza de los ámbitos, restauración de ventanales interiores y suelo.
Los cuerpos descubiertos tras tres campañas de excavación arqueológica que comenzaron en el año 2011, pertenecen a mujeres y varones adultos, también a niños y niñas de corta edad y que se han mantenido intactos gracias a las especiales condiciones de humedad y temperatura que se da en esta antigua iglesia, convertida ahora en museo y en espacio sociocultural.
En 1982 fue incoado expediente de declaración como monumento histórico artístico. A partir de 1983 se empezaron a llevar a cabo varias fases de actuación sobre la iglesia, iniciadas con la restauración estructural del edificio, la torre y su chapitel y las cubiertas. Desde ese momento, se han sucedido 13 fases de restauración que han contado con la colaboración de la Diputación Provincial de Zaragoza.
En 1996 el Ayuntamiento de Quinto de nuevo con el apoyo de la Diputación comenzó la renovación de las fachadas, según proyecto de los arquitectos Carlos García Toledo y Javier Peña Gonzalvo, concluyendo en 2003. Este largo proceso restaurador ha devuelto al exterior de la iglesia su estado original, no así del interior, pues no existe documentación anterior a la guerra civil y se ha optado en su consolidación y respetar en el que la ha dejado el paso del tiempo, incluidas inscripciones en las paredes de la época en que los niños de Quinto jugaban en su interior.
A partir de ese año, los trabajos se centran en el interior, actuando en el desescombro y limpieza de los ámbitos, restauración de ventanales interiores y suelo.
Los cuerpos descubiertos tras tres campañas de excavación arqueológica que comenzaron en el año 2011, pertenecen a mujeres y varones adultos, también a niños y niñas de corta edad y que se han mantenido intactos gracias a las especiales condiciones de humedad y temperatura que se da en esta antigua iglesia, convertida ahora en museo y en espacio sociocultural.
El 1 de junio de 2018, Quinto abrió de nuevo el museo, tras la instalación en su interior de una exposición permanente de momias del s. XVIII y XIX que fueron exhumadas del suelo de la iglesia de la Asunción durante los trabajos de restauración.
Un total de quince cuerpos, además de vestimenta, zapatos, abalorios y objetos funerarios son expuestos tras años de intenso trabajo de conservación y musealización.
1.061 son las personas documentadas que fueron inhumadas en el suelo de esta antigua iglesia.
Un total de quince cuerpos, además de vestimenta, zapatos, abalorios y objetos funerarios son expuestos tras años de intenso trabajo de conservación y musealización.
1.061 son las personas documentadas que fueron inhumadas en el suelo de esta antigua iglesia.
La ruta
Salí de Barcelona, pronto, sobre las 06:00 de la mañana, el plan era ir y volver en el mismo día. El museo abre a las 10:00.Tome la A2 en todo su recorrido. Parada técnica como siempre en la estación de servicio del Bruc, para revisar y reacomodar la mochila, sobredeposito, casco y continuar a buen ritmo. Parada a repostar en la gasolinera BP de Torre-Serona, carajillo rápido con un croissant, que la mañana esta fresca.
A partir de este punto, el asfalto del carril derecho de la A2 esta muy deteriorado por los trailers, hay que circular por él lo menos posible, y en caso de hacerlo ir por el centro, por donde esta marcada una linea negra en el asfalto, que es por donde no pisan las ruedas y gotea todo. Atentos también a las juntas de dilatación de los viaductos, no se pueden esquivar ni por el arcén, por lo que hay que ponerse un poco de pie sobre las estriberas y que el trallazo se lo lleve la amortiguación, que para eso esta, no vuestra columna vertebral.
Un poco después de pasado Fraga, se convierte en carretera nacional NII buen asfalto, bien señalizada, se puede ir “muy ligero” eso si, continuamente adelantando camiones. Cuidado al adelantar y sobre todo con los que vienen de frente, son muy grandes, pero van mas rápido de lo que parece.
En este tramo es mejor no parar, porque por muy corta que sea la parada, (si vas en grupo se alarga más) los camiones adelantados, volverán a pasar delante tuyo y todo lo que has echo no habrá servido para nada.
Cuando te pones detrás de un trailer para rebasarlo hay una distancia en la que las turbulencias que ocasiona son muy molestas, te mueve la moto, el casco, poneros un par de metros mas cerca y desaparecen.
Cuando te vienen de frente, poneros a la derecha de vuestro carril, el aire que desplazan, cuando te cruzas con ellos, también es incomodo.
Llego a Bujaraloz mas o menos en el centro del pueblo hay un bar “La Parrilla” se almuerza bien y hay sitio para aparcar.
Esta a la izquierda, hay que hacer una pequeña “pirula” o irte a la siguiente rotonda, si eres honrado, claro.
Después del opíparo almuerzo, ya no tuve hambre en todo el día, continué por la NII hasta el desvió dirección Gelsa A-1105 carretera de segundo orden en bastante mal estado por camiones y maquinaria agrícola.
No puedo ir rápido, salvo por el centro, que esta un poco mejor. La sigo hasta cruzar el puente sobre el río Ebro. Después giro a la derecha dirección Quinto, A-221.
Atravieso el pueblo y casi a la salida hay un cartel a la izquierda que indica: Piscina Municipal / El Piquete. Es una calle en subida que cuando llego a la cima se convierte en tierra, son unos 400 m. En la parte baja del museo hay dos parquing habilitados.
Supongo que existirá un camino más cómodo para subir al museo, pero yo encontré este.
Cuando entre en el museo, estaba la conservadora atendiendo a una pareja de Barcelona, apunto de comenzar la visita guiada, después,de pagar la entrada, me uní.
Toda la explicación muy amena e interesante, respondía a todas las preguntas de forma clara y sencilla. Estuvo con nosotros mas de una hora, luego nos dejo dar una vuelta y hacer fotos, mientras cerraba el museo, que la hora son las 13:00 y eran ya casi las 13:15
No voy a contar todo, tenéis que visitarlo:
En España hasta mediados del siglo XIX los zapatos no tenían horma, servían indistintamente para el pie derecho o izquierdo. Los adultos hacían marcas para ponerse siempre igual los zapatos, y que fueran acomodándose al pie. A los niños les ponían cordones de distintos colores en cada uno, para distinguirlos. La momia de un niño de unos 10 años, los lleva al revés, quien lo vistió para el funeral, se los puso mal.
Supongo que existirá un camino más cómodo para subir al museo, pero yo encontré este.
LA VISITA
Toda la explicación muy amena e interesante, respondía a todas las preguntas de forma clara y sencilla. Estuvo con nosotros mas de una hora, luego nos dejo dar una vuelta y hacer fotos, mientras cerraba el museo, que la hora son las 13:00 y eran ya casi las 13:15
No voy a contar todo, tenéis que visitarlo:
En España hasta mediados del siglo XIX los zapatos no tenían horma, servían indistintamente para el pie derecho o izquierdo. Los adultos hacían marcas para ponerse siempre igual los zapatos, y que fueran acomodándose al pie. A los niños les ponían cordones de distintos colores en cada uno, para distinguirlos. La momia de un niño de unos 10 años, los lleva al revés, quien lo vistió para el funeral, se los puso mal.
Hay una chica de unos 35 años que murió de una obstrucción intestinal, al escanear los forenses el cuerpo, vieron que todavía tenía heces en el intestino, tomaron una muestra y encontraron semillas de uva, que ahora están en el Real Jardín Botánico de Madrid, donde están intentando hacerlas germinar para averiguar que tipo de uva se cultivaba en la zona hace 200 años.
El museo es pequeño, hay quince momias expuestas, y otras tantas en proceso de estudio y restauración, cada una con su historia documentada.
Lo que sí quiero decir, que es una pena que los políticos en general y al Ministerio de Cultura, no se preocupen de estos pequeños y curiosos museos que hay por toda España. Que tienen que hacer malabarismos para mantenerse y gracias a los vecinos de la población a la que pertenecen que dedican su tiempo y su dinero para mantenerlos.
Personalmente me gusto mucho. https://momiasdequinto.es/