LA CAMPANA
-¿sabéis de donde viene esa tradición?
-¿no?
-Pues os lo cuento...
Hace muchos años, en una noche de mediados de noviembre, un motorista volvía de un viaje a Barcelona con sus mochilas llenas juguetes y de cosas que había comprado para los niños de la casa de acogida de su pueblo.
Mientras viajaba en la noche, por la autopista AP2, pensando en lo feliz que era en ese momento, (a pesar de ese hilillo de aire frío que le entraba por la pantalla del casco) tener su moto, con la que viajar por esas carreteras y que nunca le había dejado tirado ni una vez en los muchos kilómetros que llevaban juntos. Pensó en tocar madera, pero no tenia a mano y se dio unos golpecitos en el casco.
Llegando cerca de Logroño tomo la salida 11 LR-137 Navarrete/Fuenmayor. El piloto amarillo del tablero le molesto en la oscuridad cuando puso el intermitente. Miro por el retrovisor, nadie detrás, lo quito y la oscuridad volvió dentro de la cúpula. Pensó que porque coño no había llenado en la gasolinera que había pasado hacia unos 90km, ahora por la nacional, a saber cuando encontraría una abierta a esas horas.
Metido en el mundo de su casco, pensando que si encontraba una gasolinera, habría un bar y si había un bar se tomaría un carajilo y se fumaria un cigarro.
La autovía A12 se convirtió en la carretera N-120 con la típica junta de cambio de asfalto y las señales azules de la autovía tachada en rojo. Comenzó a serpentear entre el bosque y a subir hacia el puerto de la Pedraja.
La quietud de la noche solo era rota por el foco de la moto y el ruido del escape, por un momento le dio la impresión de estar molestando a “alguien”
Cerca de Vilafranca Montes de Oca, vio la ansiada señal que indicaba una gasolinera abierta a 5km, acelero ligeramente, viéndose ya soplando el carajillo.
Cerca de la gasolinera, escondidos entre la maleza del arcén, estaban al acecho un grupo de “gremlins de cuneta”
Todos nos hemos encontrado con palos, trozos de neumáticos, piedras y objetos que hacen que te preguntes como han llegado allí. Pues todo esto es colocado por los gremlins para incordiar a los motoristas.
A la salida de una curva a izquierdas, viendo ya las luces de la estación de servicio, sintió un empujón en el lado derecho, luego el silencio que precede a la tragedia, floto en el aire en lo que parecieron unos largos segundos, tuvo tiempo de ver que por delante de la luna menguante pasaba la sombra de un pájaro. Luego el trueno del golpe que saca el aire de los pulmones y todo vuelve a su velocidad normal, arrastras por el suelo entre chirridos y chispas.
Cuando la moto se detuvo, se sentó en el asfalto, viendo que la mochila que llevaba atada en el colín se había soltado y todo el contenido estaba esparcido por el suelo.
De entre los matorrales salio un grupo de pequeñas figuras peludas, que se abalanzaron sobre la moto e intentaban desguazarla estirando y mordiendo las piezas, vio uno que salia corriendo con un retrovisor en la mano desapareciendo en la oscuridad.
Se levanto y comenzó a dar patadas a los Gremlins que tenia mas cerca, pero cada vez venían mas.
Sin pensarlo cogió una muñeca que estaba en el suelo, una Barbie exploradora y se la tiro a uno, luego un Mazinger Z, un Mickey Mouse, un Buzz Lightyear y todo un catalogo de muñecos infantiles, pero se quedo sin nada a mano con lo que defenderse y esos seres continuaban destrozando la moto, vio que uno estaba royendo con ansia el tubo de escape.
Ya comenzaban a subir por sus piernas, le mordían las botas y uno encaramado en sus hombros intentaba quitarle el casco a estirones.
Les había tirado todo lo que tenia a mano, tenia a varios subidos en su pecho y espalda, que intentaban llegar a sus ojos con sus afiladas uñas, escuchaba el rechinar de las garras en la fibra del casco.
Vio en el suelo algo parecido a un pequeño saco, se dejo caer para cogerlo, sintió que tenia un peso considerable, rodando por el suelo y golpeando como podía a los gremlins escuchaba campanillas, se acordó que eran unas campanillas metálicas para adornar un trineo.
En la gasolinera, dos motoristas estaban sentados en la mesa de cemento que todas las gasolineras tienen en el césped, cuando escucharon el ruido del motor que se acercaba instintivamente miraron en esa dirección, escucharon la caída y vieron la luz del foco que daba vueltas en la distancia y a continuación un tumulto con un extraño ruido de campanitas de fondo.
La autovía A12 se convirtió en la carretera N-120 con la típica junta de cambio de asfalto y las señales azules de la autovía tachada en rojo. Comenzó a serpentear entre el bosque y a subir hacia el puerto de la Pedraja.
La quietud de la noche solo era rota por el foco de la moto y el ruido del escape, por un momento le dio la impresión de estar molestando a “alguien”
Cerca de Vilafranca Montes de Oca, vio la ansiada señal que indicaba una gasolinera abierta a 5km, acelero ligeramente, viéndose ya soplando el carajillo.
Cerca de la gasolinera, escondidos entre la maleza del arcén, estaban al acecho un grupo de “gremlins de cuneta”
Todos nos hemos encontrado con palos, trozos de neumáticos, piedras y objetos que hacen que te preguntes como han llegado allí. Pues todo esto es colocado por los gremlins para incordiar a los motoristas.
A la salida de una curva a izquierdas, viendo ya las luces de la estación de servicio, sintió un empujón en el lado derecho, luego el silencio que precede a la tragedia, floto en el aire en lo que parecieron unos largos segundos, tuvo tiempo de ver que por delante de la luna menguante pasaba la sombra de un pájaro. Luego el trueno del golpe que saca el aire de los pulmones y todo vuelve a su velocidad normal, arrastras por el suelo entre chirridos y chispas.
Cuando la moto se detuvo, se sentó en el asfalto, viendo que la mochila que llevaba atada en el colín se había soltado y todo el contenido estaba esparcido por el suelo.
De entre los matorrales salio un grupo de pequeñas figuras peludas, que se abalanzaron sobre la moto e intentaban desguazarla estirando y mordiendo las piezas, vio uno que salia corriendo con un retrovisor en la mano desapareciendo en la oscuridad.
Se levanto y comenzó a dar patadas a los Gremlins que tenia mas cerca, pero cada vez venían mas.
Sin pensarlo cogió una muñeca que estaba en el suelo, una Barbie exploradora y se la tiro a uno, luego un Mazinger Z, un Mickey Mouse, un Buzz Lightyear y todo un catalogo de muñecos infantiles, pero se quedo sin nada a mano con lo que defenderse y esos seres continuaban destrozando la moto, vio que uno estaba royendo con ansia el tubo de escape.
Ya comenzaban a subir por sus piernas, le mordían las botas y uno encaramado en sus hombros intentaba quitarle el casco a estirones.
Les había tirado todo lo que tenia a mano, tenia a varios subidos en su pecho y espalda, que intentaban llegar a sus ojos con sus afiladas uñas, escuchaba el rechinar de las garras en la fibra del casco.
Vio en el suelo algo parecido a un pequeño saco, se dejo caer para cogerlo, sintió que tenia un peso considerable, rodando por el suelo y golpeando como podía a los gremlins escuchaba campanillas, se acordó que eran unas campanillas metálicas para adornar un trineo.
En la gasolinera, dos motoristas estaban sentados en la mesa de cemento que todas las gasolineras tienen en el césped, cuando escucharon el ruido del motor que se acercaba instintivamente miraron en esa dirección, escucharon la caída y vieron la luz del foco que daba vueltas en la distancia y a continuación un tumulto con un extraño ruido de campanitas de fondo.
Se pusieron el casco sin ni siquiera abrocharlo y los guantes mientras corrían a subirse a sus motos y las ponían en marcha. Llegaron en un par de minutos, se quedaron sorprendidos al ver a aquel tipo rodeado de pequeños monos, soltando palabrotas y agitando un calcetín navideño que tintineaba cuando golpeaba a uno de aquellos seres.
Sin pensarlo se quitaron el casco y comenzaron también a golpear a todo lo que fuese pequeño y mordiera, al poco rato los gremlins desaparecieron en la cuneta.
Después recogieron todo lo que estaba por el suelo, levantaron la moto que arranco sin problemas y regresaron los tres a la gasolinera.
En agradecimiento les quiso dar dinero, cosa que se negaron a aceptar, luego que cogieran algún juguete para regalar, cosa que tampoco aceptaron. No sabiendo como agradecerles lo que habían echo por el, saco dos bridas de plástico del sobre deposito, dos campanitas del calcetín y ato cada una en la moto de sus salvadores, tan cerca del suelo como fue posible.
Después recogieron todo lo que estaba por el suelo, levantaron la moto que arranco sin problemas y regresaron los tres a la gasolinera.
En agradecimiento les quiso dar dinero, cosa que se negaron a aceptar, luego que cogieran algún juguete para regalar, cosa que tampoco aceptaron. No sabiendo como agradecerles lo que habían echo por el, saco dos bridas de plástico del sobre deposito, dos campanitas del calcetín y ato cada una en la moto de sus salvadores, tan cerca del suelo como fue posible.
Cuando termino les dijo: “Estas campanillas a mi me han protegido, ahora os protegerán a vosotros de los gremlins de la cuneta y cuando estéis en un apuro hacerla sonar y un motorista vendrá a ayudaros”
Así queridos niños y niñas cuando veáis una moto con una campanita, sabréis que tiene una cosa muy importante en su vida: “La ayuda de otro motorista en la carretera”.
Así queridos niños y niñas cuando veáis una moto con una campanita, sabréis que tiene una cosa muy importante en su vida: “La ayuda de otro motorista en la carretera”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario