viernes, 3 de mayo de 2019

Españoles en el RMS Titanic. Víctor y Pepita.

Víctor y Pepita

El Titanic lleva 107 años hundido a 3,8 km.de profundidad, desparecerá en 20 años.
Cuando se descubrieron sus restos en 1985, su estado era bueno. Gracias a la oscuridad, y a las altas presiones, se había frenado la corrosión. En 1991, los investigadores descubrieron que el óxido del casco contenía vida. En 2010, se detectó, una bacteria bautizada como "Halomonas titanicae" en honor al barco, que se alimenta de oxido y lo esta devorando.
Pero el Titanic vivirá siempre en la leyenda.


Estaba siendo una luna de miel inolvidable. Víctor y Pepita eran una pareja deslumbrante e inmensamente ricos. Él, Don Víctor Peñasco y Castellana, de 24 años,‘gentleman’ de profesión, era el rico heredero de una de las grandes fortunas españolas. Nieto de José Canalejas, primer ministro de Alfonso XIII.
Ella, Doña María Josefa Pérez de Soto y Vallejo, nieta de uno de los grandes empresarios de España.
Se habían casado el 8 de diciembre de 1910, uniendo una fortuna en bancos, acciones y fincas. Como luna de miel recorrieron Europa durante un año y medio: el Casino de Montecarlo, la Ópera de Viena, el Gran Hotel de Biarritz, el Covent Garden, en Londres, y el Maxim's en París. Un viaje de 290.000 pesetas de 1912 (670.000 euros).

Víctor Peñasco y María Josefa 
En París, mientras cenaban en Maxim´s, les llamó la atención la publicidad de un nuevo transatlántico que iba a zarpar de Southampton a Nueva York. Era una maravilla. El más grande, rápido y seguro. El final perfecto para su luna de miel.


La madre de Victor, Purificación,desde el principio del viaje se mostró reticente a que navegasen. Tenia un mal presentimiento, pidiéndoles que fueran a donde quisieran pero sin barcos de por medio.
Quizás había leído la novela de Morgan Robertson  “Futilidad“, en la que el barco Titán se hundía en su viaje de Nueva York a Southampton (al revés que el Titanic) al chocar con un iceberg.

Doña Purificación Castellana Moreno. Madre de Víctor
Decidieron hacer el viaje y urdieron un plan. Con ellos y en primera clase vendría su docella, Fermina Oliva, no se puede viajar civilizadamente sin servicio. Para tranquilizar a la madre, Eulogio, el mayordomo, se quedó en el hotel de París de coartada y supongo que encantado de la vida. El truco era sencillo: Eulogio enviaba a Madrid postales que los Peñasco habían dejado escritas antes de partir hacia Cherburgo, en la costa de Normandia
Estas cartas, continuaron llegando días después del naufragio, vaya pastel...

Casimira Fermina Ocaña y Oliva
Los precios de las distintas clases de pasaje se encontraba entre las y 512 libras por persona en suite de lujo y unas 113libras en camarote de lujo estándar, pero con servicio de mayordomo.
Las suites más lujosas, de 1ª clase, estaban ubicadas en la parte central hacia popa del Titanic, entre las cubiertas 5 y 6. Las otras cabinas de 1ª clase, con ventana panorámica, estaban ubicadas en la zona central pero hacia popa, también entre las cubiertas 5 y 6. A bordo habían 416 camarotes de 1ª clase, entre suites y camarotes “tipo estándar”
Al final se embarcaron en la travesía inaugural. El número de su tarjeta de embarque para los tres fue el 17.758, y cada pasaje costó  libras. Lo que no se cuanto pagaron por el camarote de Fermina... Es decir, un total de 1.536 libras (¿unos 150.000 € al cambio actual?, no se...)


Tarjeta de embarque de los Peñasco.
RMS Titanic, en el puerto de Cherburgo
Los Peñasco estaban en la Cubierta C, primera clase lógicamente. Su camarote era el C-65, y el de su criada Fermina el C-105, a unos metros de los señores.

Sección por cubiertas.
Planta cubierta C, los camarotes señalados C65 de los Peñasco y C105 de Fermina 

Comienza la leyenda.

El 10 de abril de 1912, a las 12:00 p.m, tras meses de publicidad y rumores, el Titanic zarpa desde Southampton a su primera escala en Cherbourg (Francia)
6.30 p.m. El Titanic llega a  Cherbourg. Debido a que el puerto no tiene el suficiente calado para atracar, dos transbordadores, el Nomadic y Traffic (tambien propiedad de la White Star) embarcan pasajeros y correo. Permanece allí hasta 8.10 p.m. y entonces parte rumbo a Queenstown. (hoy Cork, Irlanda) para recoger a los últimos pasajeros y mas correo, antes de adentrarse en el océano. 

El transbordador Nomadic en Cherbourg, trasladó al pasaje de primera y segunda clase hasta el Titanic, 

Transbordador Traffic en Cherbourg, que traslado a los pasajeros de tercera clase

En la cabina C-65, el matrimonio Peñasco se dispone a acostarse después de disfrutar de una agradable velada nocturna a bordo del Titanic. Aquel domingo había sido un día muy especial en el buque y la joven pareja se había retirado a su camarote más tarde de lo habitual, alrededor de las once de la noche, cuando ya las luces de los pasillos estaban apagadas y sólo cuatro mayordomos estaban de guardia para atender a los pasajeros más trasnochadores.
En el camarote de enfrente,Fermina está cosiendo un corsé antes de acostarse. Nada más tenderse sobre la cama, percibe un ruido que recorre la nave. La sorpresa inicial se transforma en una inquietud creciente cuando, minutos después, se percata de que el barco se ha detenido. La parada de motores de un buque de esas dimensiones en alta mar genera un silencio y una falta de vibraciones muy extraña.

Víctor salió al pasillo como los demás y subió a cubierta. Se enteraron enseguida de que algo muy grave acababa de suceder. Volvió corriendo al camarote y le dijo a su esposa que se vistiera enseguida, mientras iba a avisar a la doncella, que solo tuvo tiempo para recoger una estampa de San José. Ya estaban en cubierta. Era un caos, gritos, órdenes…, y los primeros botes empiezan a arriarse. No tardó en saberse la orden tajante: subirían solo mujeres y niños; luego, los pasajeros de primera; después, los de segunda y, por último, los de tercera clase. “recordaba a un oficial sacando una pistola y disparando al aire para tratar de poner orden». Josefa y su doncella entraron el bote número 8, pero cuando Víctor Peñasco se disponía a embarcar vio a una mujer con un niño en brazos y le cedió su sitio.

Nöel Leslie Condesa de Rothes y Gladys Cherry es testigo de la separación de los recién casados. La condesa, conmovida, se atreve a intervenir. Se acerca a la pareja y hablando en italiano procura convencer a María Josefa de que entre en el bote. Pero ella, sin dejar de llorar, se opone. Víctor,  la arroja en los brazos de la condesa y de Fermina. «Cuiden de ella», les dice. Quizás presintiendo que no sobrevivirá, Víctor se despide para siempre de su esposa: «Pepita, que seas muy feliz». Cuando Víctor se asegura de que su esposa se encuentra a salvo, da un paso atrás y desaparece en las sombras. 
Aunque está medio vacío, el oficial Wilde considera que ya hay suficientes mujeres a bordo. Consulta con el capitán Smith, que grita varias veces: «¿Hay más mujeres? ¿Hay más mujeres?». Ante la ausencia de respuesta, se inician las maniobras de descenso.
El oficial Henry Wilde falleció en el naufragio, cayo al agua y murió de hipotermia, nadando hacia el  bote plegable B. No se recupero el cadáver.

Nöel Leslie Condesa de Rothes y Gladys Cherry 


Teniente Henry Tingle Wilde
A la una y cinco de la madrugada, el bote 8, cargado solamente con damas de primera clase,y sus sirvientas, empieza a ser arriado. Fermina no ha conseguido localizar a Víctor y, orientándose con dificultad entre el gentío, logra acceder a las inmediaciones de la embarcación cuando ésta ya ha comenzado a bajar por el costado del Titanic. «A mí me dejaron fuera. Pero empecé a gritar
desesperada, y no tuvieron más remedio que llevarme. Me echaron como un saco de patatas desde más de un metro de altura, cuando ya bajaba la barca
—rememoraba con horror—. Fue el momento más terrible de mi vida. Cada vez que me acuerdo, me parece que acaba de ocurrir y acabo de salvarme de milagro».
La condesa de Rhodes relató el episodio días después a la revista ‘New York Herald’:
“La señora Peñasco (María Josefa) empezó a gritar el nombre de su marido. Fue terrible. Le pasé el timón a mi prima y me puse acurrucada junto a ella, tratando en lo posible de consolarla. Pobre mujer. Sus sollozos ablandaron nuestros corazones y sus palabras eran imposibles de entender debido a su tristeza (…) Cuando el terrible final llegó, utilicé lo mejor de mí misma para intentar distraer a la señora española y que no oyese los agonizantes sonidos de los que se ahogaban en el mar».
Fueron rescatados sobre las 7 de la mañana por el trasatlántico RMS Carpathia de la compañía Cunard Line .

 RMS Carpathia
El Carpathia fue hundido por el submarino alemán U-55 el 17 de julio de 1918, al sur de la costa irlandesa.
¿Que significa RMS?
Royal Mail Ship (RMS: "Buque del Correo Real"), también denominado Royal Mail Steamship o Steamer, es un acrónimo naval utilizado en los transatlánticos que transportan el correo de la Royal Mail británica. Algunos barcos famosos con este acrónimo fueron el RMS Olympic, el RMS Titanic, también el RMS Mauretania y el RMS Lusitania.
La denominación Royal Mail Ship empezó a ser usada en 1840,​ y fue utilizada por un gran número de compañías, pero frecuentemente es asociada a la Cunard Line,​ la cual hizo con el Royal Mail un gran contrato de transporte y usó el prefijo tradicional RMS en casi todos sus barcos. Hoy en día continúa usándolo en su buque insignia, el RMS Queen Mary II.
Después de atravesar campos de icebergs, hay que recordar que es de noche y todavía no se ha inventado el radar, el Carpathia logró llegar dos horas después del naufragio (aproximadamente a las 4 de la mañana). Ya en el lugar, avistó el primer bote salvavidas; este era el bote nº 2, que fue rescatado diez minutos después. El primer superviviente que embarcó fue el cuarto oficial Joseph Boxhall, quien anunció oficialmente al Capitán Arthur Rostron el naufragio del Titanic.​ El rescate continuó durante las cuatro horas siguientes, con trece botes recuperados y poco más de setecientas personas; el último superviviente en embarcar fue el segundo oficial Charles Lightoller.​

Tras el rescate, Rostron decidió que el Carpathia no estaba en condiciones de continuar su viaje hacia Europa con los supervivientes a bordo, entonces opto por regresar a Nueva York. En su trayecto, el Carpathia entró en contacto con otros barcos que estaban en el área, incluyendo el Olympic, gemelo del Titanic.​ Durante el viaje de regreso el capitán Rostron también rechazó la propuesta del capitán Herbert Haddock del Olympic de transferir a los supervivientes a su barco.​ A bordo, Harold Cottam fue ayudado en su trabajo de enviar mensajes personales y la lista de nombres de los supervivientes por Harold Bride, el operador de radio superviviente del Titanic.
El Carpathia llegó a Nueva York el 18 de abril, siendo recibido por millares de personas.

Horas después de la tragedia, en Madrid, Purificación, la madre de Víctor Peñasco, estaba comiendo en su palacete de la calle de Sagasta de Madrid cuando cayó un moscardón en su plato. '¡A Víctor le ha pasado algo!', exclamó. Poco después vio la lista de desaparecidos del barco en un periódico. Allí salía el nombre de Víctor Renango y Castellana [en lugar de Peñasco y Castellana, el apellido correcto]. Ella se negó a admitir que podía tratarse de otro. Supo que era un error de transcripción del primer apellido de su hijo: '¿Cómo es posible? ¡Pero si estaba con Pepita en París! ¡Precisamente acabo de recibir una postal suya!', gritó.


La Vanguardia Española  publico que habían muerto los dos.

Una gestión de Canalejas confirmó la noticia. Víctor era uno de los desaparecidos. La familia de Josefa envió un representante a Nueva York, para ayudar a Josefa y Fermina donde pasaron varios meses.

Comprar un cadáver

Perdida toda esperanza, María Josefa y la familia Peñasco comenzaron a pensar en el futuro. Había una ingente herencia de por medio y, además, Maria Josefa tenia derecho a rehacer su vida cuando el tiempo fuera curando sus penas. Sin embargo, las leyes no estaban de su parte. Por aquel entonces, la legislación norteamericana determinaba que si el cuerpo del finado no aparecía, era imposible declarar la muerte oficial hasta 20 años después del suceso. O sea, que ni la pobre Josefa podría casarse hasta los 43 ni podría heredar los bienes de su marido.
La familia Peñasco y la viuda decidieron comprar un cadáver, con el que deshacer el entuerto, pagaron mucho dinero por el. 
Meses después del hundimiento del Titanic, localizaron uno de los muchos cuerpos que aparecían flotando en las costas de Nueva Escocia. La doncella Fermina reconoció el cuerpo como el de Víctor Peñasco y con ello consiguió que el condado de Halifax (Canadá) expidiera el certificado de defunción. Los restos fueron inhumados en el camposanto de la ciudad, pero en aquel cementerio no existe ninguna tumba a nombre de Víctor Peñasco…


Cementerio de Halifax
Maria Josefa Pérez de Soto, quien volvió a casarse en 1919 con Juan Barriobero y Armas Ortuño y Fernández de Arteaga, barón del Río Tovía. El matrimonio tuvo tres hijos. Juan Barriobero, llegó a ser diputado y senador en Las Cortes, oficial mayor del Consejo de Estado y director general de Comunicaciones. Murió en 1947.


Doña María Josefa Pérez de Soto y Vallejo, vivió hasta los 83 años, falleció en 1972. 



Fermina Oliva no quiso volver a hablar de este tema. Pero en noviembre de 1959, a sus entonces 87 años y con motivo del estreno en España de la película británica sobre el hundimiento del Titanic, "La última noche del Titanic", se le pidió una breve entrevista para  ABC. Contando escuetamente sus distorsionados recuerdos del naufragio acaecido 47 años atrás.




Volvió a su vida de costurera, en su casa de la calle Regueros de Madrid, que más tarde convertiría en una pensión, continuó trabajando durante algunos años más para la viuda de Víctor Peñasco. Siempre fue soltera y no tuvo hijos. Falleció el 28 de marzo de 1969, a la edad de 96 años,​ y fue enterrada en el Cementerio de La Almudena.

Fermina, con 90 años
 Tumba de Fermina Oliva Ocaña, en el Cementerio de la Almudena (136 45 B)




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